La infancia de Jesús

Libro La infancia de Jesús

J. M. Coetzee
Mondadori, 2013

A veces los libros tienen padres, ecos, reminiscencias. Los teóricos suelen hablar de transtextualidad, es decir, del campo común entre varios textos literarios. Esta idea permite una entrada al libro del J. M. Coetzee que parece sintetizar, con las armas arbitrarias de la creación, a varios autores de la literatura de Occidente.

Entre otros, es evidente la presencia de Kafka y de McCarthy. Es como si el novelista hubiese tomado el sinsentido de la maquinaria estatal del autor checo y los campos desolados —esa carretera interminable— del estadounidense, para superponerlos en una nueva versión del nacimiento del mundo.

La novela cuenta la historia de un niño huérfano, David, quien de la mano de un hombre adulto, Simón (al que conoce en una embarcación anónima que surca el mar hasta llegar a puerto seguro, Novilla), emprende el mayor viaje de todo ser humano: el conocimiento del lenguaje. Ya en la ciudad —una suma interminable de edificios borgianos— los dos harán de la vida un acto de comprensión, casi original, de lo que esa vida constituye: el amor, la muerte, el deseo, el trabajo. Día tras día, cada uno en lo suyo, el mundo parecer ordenarse lenta, morosamente, como una inmensa telaraña que se teje en cada página.

En esta aventura literaria, el autor sudafricano intenta escribir una historia en la que la vida y el lenguaje resultan las dos caras de la moneda. La comprensión del mundo que, paso a paso, desarrolla David está engarzada con las asignaciones de las cosas, las personas y los sentimientos. Una aventura épica, desoladora y, no obstante, cargada de la más grande de todas las ficciones: la esperanza.

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