
Juan Fernando Andrade
Dinediciones, Quito, 2021
“Las mentiras son lo único que puede salvarnos de la verdad”, dice Miguel, personaje principal de esta novela, ópera prima reeditada tras más de una década. La historia de un joven de veintidós años, un perro perdido que vaga por las calles de Quito. Costeño, manaba, con padres de billete, hijo único, estudiante de la universidad más cara de la capital, vivirá un mundo de mentiras en medio del extravío existencial, hasta mostrar que al final puede aparecer una pizca de honestidad.
Se trata de un viaje iniciático con femme fatale incluida. La voz de la Generación X ecuatoriana, al compás de The Strockes, Bob Dylan, Ramones, Nirvana y Radiohead, sin dejar de lado las baladas de Roberto Carlos y José José. Porque no solo se habla demasiado, sino que se canta mucho: la banda sonora no da tregua al silencio y todo se lee a un ritmo desenfrenado y galopante, como la bocanada de un pipazo.
También hay guiños al cine. Películas de Tarantino, los hermanos Coen, Woody Allen, entre otras, dan cuenta del estado de ánimo de un extranjero en su propio país, un inadaptado que tiene una mujer que moriría por él (literalmente), pero que elige a la que le propinará más golpes que Apolo Creed a Rocky Balboa.
Y en el vagabundeo aparece ese Quito underground que se contrapone al mundo de las apariencias, para develar que todos somos parte de un vicio más. En fin, un libro generacional que trata al parricidio psicológico desde el punk, al peligro de amar desde el grunge y a la libertad desde el rock de garaje.