La pasión de aprender a caer

la pasion de aprender

La lucha libre cobra nuevos bríos. Un puñado de atletas ensaya caídas, saltos, vuelos sobre las cuerdas del ring, llaves, para dar espectáculo y, al mismo tiempo, salir ilesos. Se crean personajes que pueden convertirse en ídolos para niños y adultos.

Por Eduardo Varas

Lecciones básicas que se aprendieron el 28 de abril pasado en el Coliseo de Tumbaco, en la zona de los valles que rodean Quito: Lección 1: ¿Qué es un brazo? No es solo una extremidad más, es también soporte y mejor amigo. Ricky lo usa, se sostiene de las cuerdas con uno de ellos y espera recuperar algo de aliento. El golpe que acaba de recibir fue fuerte. Los que estamos en la tribuna lo vimos, hicimos un gesto que cambió nuestros rostros en algo cercano al dolor, un sonido salió de la boca de todos al ponernos en el lugar de Ricky. Segundos atrás, el mexicano Jorge Kebrada lo había sometido con una llave y luego lo lanzó hacia la lona del ring, de cabeza. Desde afuera se pudo ver cómo el cuello se doblaba y de inmediato muchos se llevaron sus manos a la nuca. Se trata de intentar estar de lado de quien se está golpeando frente a los asistentes; también de comprender hasta dónde llega la curiosidad de todos. Ricky, cuyo nombre completo es Ricky Glamour, está en una de las esquinas; su compañero de equipo, el Capitán Ecuador, ha entrado en su reemplazo y se enfrenta al japonés Dick Togo. Ricky piensa en lo que acaba de pasar, en lo que sintió en la cabeza, en lo que escuchó del público. “Cuando oímos un ‘¡ouch!’ es que sabemos que algo salió como no debió salir”, cuenta. Se levantó de la lona, vio luces, movió la cabeza de un lado al otro para tratar de desestimar cualquier lesión.

Todo estaba bien.

Se lo preguntaron, pero nadie lo notó. Su contrincante acercó la boca a su oreja y quiso saber cómo estaba. La idea es no dañarse entre ellos. Ricky Glamour es uno de los personajes queridos de Wrestling Alliance Revolution (WAR) y este sábado lo va a demostrar.

No hay mucha ciencia detrás de la W. Es necesario marcar el Wrestling en el nombre de una asociación del ramo, para así definir lo que están haciendo desde 2006. Sebastián Fierro está a la cabeza de WAR, que nació luego de que él asistiera al ya clásico Wrestlemania, de la WWE, en 2005. “La idea fue dejar la afición de lado y generar una industria que no niegue la identidad ecuatoriana, sino tener presentes nuestras raíces”, cuenta Sebastián. Él también lucha, no solo lidia con crear un personaje distinto a él. Es el jefe y eso debe romperse para que la lucha siga teniendo esa aura de espectáculo intocable. Desde unos grandes ventanales en el coliseo, él observa cómo la están llevando los dos luchadores de su equipo (hay aproximadamente 25, entre los que ya luchan en espectáculos y los que esperan su oportunidad) frente a los extranjeros que han venido específicamente para el espectáculo que se ha denominado Duelo de campeones. WAR ha aprendido de los errores y eso se ha traducido en no solo el reconocimiento de asociaciones de diversos países, sino en la presencia de luchadores de otras tradiciones. Esta noche Dick Togo es importante, aunque muy pocos asistentes lo puedan comprender en su completa magnitud.

Los luchadores que no están en el ring observan lo que pasa frente a ellos. No son espectadores comunes, miran con la experiencia del que sabe, del que entrena con aquellos que se esfuerzan en ese momento tres veces por semana.

Lección 2: Ensayar caídas es lo principal, es la base, de lo que todo resulta, para que no haya daño. Aunque sí te puedes herir y las visitas al doctor son necesarias. “Tienes que aprender a resistir el dolor, porque te va a doler”, dice Ricky, quien ha conseguido un personaje poderoso con su Ricky Glamour. Es una transformación completa. Es dejar de lado al estudiante de marketing de 25 años, al gerente de compras de un hotel, al tipo que debe ser duro para que los proveedores no se aprovechen de su cargo. Ricky Glamour es todo amor, pasión, colores fuertes, llamativo, delicado, lanza besos a la gente, baila en medio de una pelea. Ricky quiso ser un personaje duro, pero no conectaba con la gente. Luego de un año de trabajo, en 2010, Ricky Glamour se convenció de que ese era su personaje. Fue durante un espectáculo, en pleno camino al cuadrilátero, que se vio de frente con compañeros de trabajo. Se heló. “Me conocían de otra forma (…) Estaba a la mitad del recorrido y podía regresarme al camerino, pero decidí seguir, mantenerme con Ricky Glamour”. Todos vitorean por él y cuando llega el momento de la venganza, en ese instante en que Ricky tiene a Jorge Kebrada sobre la lona, con los hombros pegados al piso, y el réferi cuenta hasta tres, el público se levanta. Lo aplauden, lo quieren. Sonríen porque él sonríe. Ricky se va del ring y se salta las rejas para acercarse a la gente que lo quiere tocar. Existe para el público.

Lección 3: Crear el personaje es el objetivo. Súper Nobita tiene 17 años, desde hace dos está en WAR y es otro de los favoritos. “No importa ganar o perder”, dice. El sábado es un día de derrota, pero a pesar de eso, cuando se levanta “herido”, los niños y sus padres corean su nombre y aplauden por él. Llegó el sábado mentalizado, Dick Togo le preguntó su nombre (en clara alusión al personaje de animé japonés). “Lo que se quería era hacer algo que a los más chicos les llamara la atención”, comenta. Es un superhéroe. Se mueve con la agilidad e imagen de Kick-ass. Es pequeño y delgado y hoy es víctima de las tretas de los “malos” del grupo. Eso no interesa, porque es ágil, puede “volar” hasta los hombros de los contendientes y aplicarles una llave que termina con ellos en el suelo. La gente está rabiosa con las maniobras. Los padres se emocionan y parecen tener la misma edad de sus hijos. Todo esto es práctica, caer una y otra vez, descubrir los puntos fuertes y convertirse en una buena base.

Súper Nobita tiene nombre real, familia real, amigos y gente que lo apoya. Pero la máscara gana y, como los otros luchadores, debe permanecer en el anonimato. Es parte del encanto.

Lección 4: No es teatro. Es entrenamiento, confianza y respaldo a tu compañero de pelea. Es el turno de la lucha extrema. 9 en el ring, el que salga del ring por encima de la tercera cuerda pierde la oportunidad. Están Andrés Ch, Henry Rey, Lizard, Torturador, Pitbull, Primo Gabanna, Hades, Venom y Brenda Méndez. Sí, mujer. Recibe y da golpes. Cuando es lanzada fuera del cuadrilátero y cae sobre una mesa, el público se levanta. Es el pico elevado de la lucha. Al final quedan Hades y Venom. ¿Qué es un brazo? Es eso que parece dolerle a Hades, quien agarra una botella de alcohol y la abre, mientras Venom sigue tambaleándose por los golpes recibidos. Bebe el líquido, lo deja en su boca (los cachetes inflados lo delatan). Se acerca al enmascarado y mastodóntico Venom, y Hades escupe el alcohol a su cara, mientras acciona un encendedor en el camino. El fuego se crea y ataca al rival. La gente se maravilla. ¡No hay peligro, solo espectáculo extremo!

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