Está hecha de hebras de cobre y tiene propiedades antimicrobianas excepcionales. Toda una innovación que cuesta más de mil dólares.
¿Una chaqueta antivirus? Sí, así como lo lee. Vollebak, una marca de ropa experimental que usa la tecnología y la ciencia para hacer prendas futuristas, diseñó esta prenda con más de once kilómetros de cobre para repeler enfermedades. ¿Por qué el cobre? Porque este metal “tiene la capacidad de conducir calor y energía mientras mata bacterias y virus, lo que lo convierte en un posible primer componente para el futuro de la ropa”, detalla Vollebak en su sitio web (https://www.vollebak.com).
La Full Metal Jacket tiene un costo de 1095 dólares y está construida con 65 % de cobre; es suave, maleable, altamente impermeable, cortavientos y transpirable, y viene con un cuello y bolsillos forrados, lo que la convierte en una prenda de vestir adecuada para todos los días.
“Mientras buscamos materiales que nos ofrezcan resistencia a las enfermedades en la Tierra y en el espacio, y una base sobre la cual construir ropa inteligente, descubrimos que el cobre volverá a estar en el centro de la innovación”, explica la marca.
Según los creadores de esta línea de ropa, los seres humanos no estamos preparados para la velocidad con la que se están produciendo muchos cambios, especialmente los relacionados con las nuevas enfermedades y el cambio climático, por ello creen que es urgente adaptarse y reinventar todo lo que nos rodea, incluso la vestimenta.
“La ropa tiene que volverse inteligente y tiene que hacerlo rápido. Así que estamos redoblando nuestra misión de diseñar para las necesidades del próximo siglo y no solo para la próxima temporada”, añade Vollebak, cuya idea central es resolver los nuevos desafíos mundiales con prendas de vestir.
Uno de estos desafíos es precisamente la covid-19. Cuando la pandemia llegó, Nick y Steve Tidball, fundadores de la marca, se preguntaron qué papel puede desempeñar la ropa en la protección contra enfermedades como esa. Entonces vieron en el metal, específicamente en el cobre, una posibilidad.
Si bien es un material caro y sin precedentes reales en la industria —más allá de las armaduras de siglos atrás—, es posible explorar su potencial porque para hacer ropa inteligente “es necesario comenzar con materiales base que puedan hacer cosas que la ropa normal no puede” y en eso “la capacidad del cobre para resistir enfermedades, al mismo tiempo que conduce calor y electricidad sin una fuente de energía, la convierte en un competidor obvio”.

¿Pero qué otras características tiene el cobre? Es bioestático, por lo que las bacterias y otras formas de vida no pueden crecer en él. También tiene propiedades antimicrobianas excepcionales, lo que significa que las bacterias y los virus mueren cuando entran en contacto con él.
Asimismo, libera iones cargados eléctricamente que primero dificultan la respiración de un microbio, antes de perforar agujeros en su membrana exterior, entrar y borrar completamente su ADN, evitando que desarrolle una resistencia futura. Pero también es uno de los pocos materiales que se puede reciclar infinitamente sin perder ninguna de sus propiedades químicas. El cobre reciclado, o el cobre secundario como se le conoce, es indistinguible del cobre primario, y puede reciclarse tanto de su estado crudo como de productos manufacturados.
Sobre la confección de esta prenda, la marca detalla que la primera de las tres capas de la chaqueta está hecha de un hilo de cobre lacado que se teje en telares de pinzas antes de ser teñido y secado. Este proceso toma seis días. La laca es completamente transparente y actúa como protección, por lo que el color de cada chaqueta es el color del cobre teñido. Y aunque está hecha de metal y parece que viene de otro planeta, no se puede saber con solo tocarla, pues solo bajo un microscopio se pueden ver las hebras de cobre individuales que la atraviesan.
“Hacer la ropa más resistente, inteligente y adaptable del mundo significa que a menudo terminamos rediseñando materiales que comenzaron a usarse para cosas radicalmente diferentes. Y el cobre es el siguiente material en nuestro viaje”, comentan los creadores de Vollebak, quienes tienen a su haber la primera chaqueta del mundo hecha con grafeno y una camiseta hecha íntegramente a partir de plantas y algas.
Se podría decir que el trabajo de esta marca futurista es el primer paso hacia la ropa inteligente que ayudará a las personas a estar más sanas e incluso a vivir más tiempo. Pero además este tipo de ropa se convertirá pronto en una necesidad. (Ángela Meléndez)
Edición 466-Marzo 2021