I love Milton Glaser

EDICIÓN 485

¡Hurra! En el Centro de Arte Contemporáneo de Quito pudimos apreciar cincuenta de los afiches más emblemáticos del famoso diseñador gráfico Milton Glaser. ¡Sí, Milton Glaser, el creador de uno de los logos más conocidos en la historia del diseño gráfico: I love New York pero con un corazón en lugar de la palabra love! Así de simple, así de genial.

El logo nació en 1977, en tiempos en los que la Gran Manzana estaba marcada por la crisis, la inseguridad y la delincuencia. El artista dibujó su boceto en una servilleta y se lo regaló a la ciudad, con la idea de ayudar a recuperar su atractivo y la autoestima del neoyorquino.

El logo no se creó como parte de una campaña publicitaria o de marketing ni se diseñó para institución alguna: Milton Glaser recogió lo que la gente sentía por su ciudad a pesar de todo.

El boceto original del ícono está en el archivo del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York. Cuando el atentado a las Torres Gemelas, Glaser añadió algo: IloveNYMoreThanEver (Amo NY más que nunca).

En 2016 le preguntaron por qué creía que ILoveNY se convirtió en un ícono. Glaser dijo que “es un misterio lo que la gente retiene en su cabeza, lo que quieren ver una y otra vez. Ese eslogan es en realidad un jeroglífico porque uno tiene que hacer rápidamente cierto tipo de interpretaciones, leer palabras, símbolos e iniciales como parte del mismo mensaje. Cada una de ellas representa un punto de vista distinto y eso lleva a forzar la mirada para entender. Forzar la mirada es un recurso para que las cosas queden impresas en el cerebro”.

“Desde el punto de vista visual —añadió el maestro—, la geometría rectilínea de las letras y la sensualidad del corazón contrastan. No es lógica. No sabemos por qué ciertas formas crean memoria. Pero el argumento definitivo es que es verdad. Representa lo que la gente sentía y no había expresado porque no tenía el mecanismo para hacerlo”.

Resulta asombroso que Glaser no obtuviera ganancia de uno de los símbolos más usados y vendidos del mundo, que aparece en tasas, camisetas, bolígrafos. Y que lo han replicado en decenas de ciudades alrededor del mundo.

“No cobré un centavo. Me hace muy feliz haberlo hecho porque, como les sucede a veces a los periodistas y a los artistas, he podido ver que mi trabajo tenía sentido, que afectaba a la vida de algunas personas y de mis amigos, y que está hecho por el bien general. No insta a nadie a comprar algo que no es bueno para él. No me gusta la persuasión, me gusta la información. Sienta muy bien poder expresar una idea poderosa con medios muy simples”. No hay duda: el enorme corazón rojo en medio de las tres letras negras volcó todos los afectos sobre la gran ciudad.

Consejos del maestro

Milton Glaser (1929-2020) es un referente en el mundo del diseño gráfico contemporáneo. Estudió en la Escuela Superior de Música y Arte y en la Escuela de Arte de Cooper Union en Nueva York y con el pintor Giorgio Morandi en Bolonia, Italia. En 1954, junto con Seymour Chwast, fue fundador del mítico Push Pin Studio. Diez años después montaría su propio estudio en Manhattan.

En el campo de los medios abrió la revista New York Magazine, fue su director y dibujó para ella centenares de portadas. También se hizo cargo de una revista de gastronomía con reseñas de los mejores restaurantes de su ciudad.

En los años ochenta, junto con Walter Bernard, rediseñaron publicaciones tan importantes como el O Globo de Río de Janeiro, La Vanguardia de Barcelona, el Washington Post y la revista Human de Human Rights Watch, entre muchas otras.

Si el lector busca en Internet algo sobre Milton Glaser encontrará varias “frases célebres” sobre el trabajo creativo, como las siguientes:

“Solo puedes trabajar para gente que te agrada”.

“Si puedes elegir, no tengas un empleo”.

“Lo bueno es enemigo de lo genial”.

“Menos no necesariamente es más”.

“El estilo no es confiable”.

“La duda es mejor que la certeza”.

En una de sus ponencias dice que “ser una leyenda es un logro que se gana a pulso y es tristemente efímero, pero formar parte del deseo de la humanidad de hacer cosas útiles y bellas nos vincula a una historia gloriosa”.

Más allá de su prolífera carrera profesional y de la leyenda que fue, Milton Glaser era un diseñador comprometido y responsable con la sociedad en la que vivía.

“La mente es la cosa más importante del universo, contiene todo lo que hay en el mundo. Solo luchas con tu mente y es genial cuando estás buscando algo; estás jugando, intentando encontrar una buena idea, un buen diseño. Es un viaje genial”.

Afiche Dylan - Milton Glaser
Afiches ® Cortesía C. Scott

Entre sus afiches más famosos está el de lo mejor de Bob Dylan (1967) que, por supuesto, pudimos ver en Quito: la silueta en negro de Dylan y su cabellera de colores…

Un legado enorme

La muestra ha estado en Quito gracias a Christopher Scott, diseñador y presidente de la organización Ecuador Poster Bienal, quien explica que Glaser hizo a lo largo de su carrera más de dos mil carteles y que la exposición de Quito recogió los más representativos.

Cuenta Scott que “antes de partir, Milton Glaser nos confió una muestra exclusiva de su trabajo y con mucha responsabilidad aceptamos el tesoro que dejó en nuestras manos. Luego de la pandemia, por fin podemos materializar esta muestra y estamos muy contentos de poder tenerla en el Ecuador como sede oficial de la primera muestra post mortem de este gran maestro”. El primer afiche de los presentados fue realizado en 1965 y el último en 2015.

A través de esa muestra se puede ver el recorrido de Glaser, la evolución de su línea de trabajo —aunque su impronta se mantiene— y de las técnicas del cartel. Las obras, dice Scott, tienen vida y voz. Su obra ha influido en la cultura visual de todo el mundo: carteles, diseño editorial, dibujo… el trabajo de Milton Glaser ha pasado por las salas de arte del MoMA, así como por el museo Pompidou de París.

La exhibición recoge también algunas de sus frases y un documental de veintiséis minutos en el que el propio Glaser habla de su oficio, el dibujo, el diseño y el arte. En el documental participan algunos artistas ecuatorianos, como el recientemente fallecido Peter Mussfeldt, quien dice que el legado de Glaser es enorme: “Él nos dio soluciones creativas que nos dejaron sin palabras”.

Y Gisela Calderón, que resalta la ilustración y el dibujo en la obra del maestro. Tipografías, colores, pictogramas… desde portadas de periódicos hasta de discos, pasando por marcas de varias empresas hacen parte del legado de Glaser, un artista, un genio del diseño.

También hablan diseñadores de otras latitudes, como Teresa Sdralevich, de Bélgica, quien recorre algunas imágenes que se han quedado en su memoria y, sobre todo, una de sus grandes lecciones: dibujar todos los días.

El deseo de hacer cosas es un compromiso profundo y de por vida, ahí está el sentido de la vida y responde a la pregunta de por qué estoy vivo”. En la muestra, a la que se le ha puesto el nombre de I love MG, se siente la presencia del artista. Su voz y las imágenes suyas en el taller que forman parte del documental dejan ver su sensibilidad, su generosidad para con sus colegas y artistas. Glaser no se guarda secretos: comparte su experiencia como hombre, como artista, como creativo, como humanista.

Por todo ello, uno de sus colegas, el inglés Nigel Holmes, que solo lo conoció a través de sus obras, dice, emocionado: “Gracias Milton, duerme bien… ese enorme corazón rojo, que hizo amar a Nueva York, seguirá vivo, como vivos siguen los grandes maestros”.

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