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Millones de dólares por una guitarra

En el rock las guitarras son como grandes obras de arte que alcanzan precios tan sublimes como los delirios que han salido de sus acordes. Estos son algunos instrumentos que han hecho historia.

En las subastas se aprecia el fervor de coleccionistas y fanáticos por instrumentos musicales. Un ejemplo concreto es la casa Julien’s Auctions, especializada en lotes de artículos relacionados con celebridades.

Uno de sus récords se dio hace tres años, con la venta, por seis millones de dólares, de la guitarra electroacústica Martin D-18E que Kurt Cobain, líder de la banda Nirvana, usó en un concierto difundido en diciembre de 1993 por el programa MTV Unplugged in New York.

La trascendencia de Nirvana para la generación de los años noventa quedó inmortalizada en esa presentación, pues Cobain se quitó la vida cuatro meses después de la emisión.

“Cobain expuso magistralmente su alma con la Martin D-18E”, señala Julien’s Auctions, y añade que “no fue una actuación convencional ni complaciente… su propósito era ser visto y recordado por quien era y por lo que valoraba”.

En esa misma casa, otro ícono del rock, Keith Richards, el guitarrista de la legendaria banda The Rolling Stones, donó el año pasado con fines benéficos una guitarra acústica Gibson ES-335 de color negro autografiada.

La novedad es que por primera vez el artista optó por el formato de venta con un NFT (token no fungible), es decir, la versión digital del instrumento acompañada de un video como sello de autenticidad.

La puja, que estaba estimada en alcanzar seis mil dólares, terminó con un precio de venta de 57 600 dólares.

La casa de subastas Christie’s también ha tenido postores en todo el mundo para adquirir instrumentos del rock. Una puja connotada tuvo lugar en 2019 con la colección personal de guitarras de David Gilmour, tanto de su carrera con Pink Floyd como de sus álbumes en solitario.

Según Christie’s, más de 500 000 personas consultaron la oferta y más de dos mil, de 66 países se registraron para la venta.

“La venta de guitarras más grande y completa jamás ofrecida en una subasta”, precisa Christie’s, totalizó 21,4 millones de dólares, incluyendo la Fender Stratocaster Black Strat (por 3,9 millones de dólares), emblemática por ser parte de la grabación de álbumes pilares de la música de Pink Floyd.

Y en otro ámbito, las colecciones museísticas también se ocupan de preservar instrumentos legendarios. Uno de ellos es la Fender Stratocaster con la que Jimi Hendrix se presentó en el Festival de Woodstock en 1969 y posee el Museo de la Cultura Pop de Seattle, Washington.

Se dice que Paul Allen, fundador del museo y cofundador de Microsoft, pagó nada menos que dos millones de dólares por esa reliquia.

El virtuoso músico que estremeció los escenarios (falleció en 1970 por una intoxicación con barbitúricos) tocó con esa guitarra Fender Stratocaster en espectáculos entre octubre de 1968 y septiembre de 1970.

La guitarra fue modificada para él porque era zurdo y sobrevivió relativamente ilesa, con apenas unas pequeñas muescas, causadas probablemente por los anillos que usaba Hendrix.

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