Texto y fotografías Kléver Antonio Bravo
Edición 455 – abril 2020.
En un viaje por rutas ecuatorianas podemos redescubrir el paisaje y la hermosura natural de nuestra tierra, pero hay algo más que nos levanta del asiento y nos aleja del aburrimiento: los grafitis inspirados por los señores del volante. No son las voces de la juventud urbana ni de los sociólogos incomprendidos que dejaron su huella de ironía y protesta en la pared recién pintada, no. Los grafitis de carretera son mensajes nómadas escritos —usualmente— en la parte trasera del bus, camión, taxi o camioneta de alquiler, cuyos temas giran alrededor de la picardía, la devoción católica, la familia, la envidia y el amor a su comarca.
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