El POY Latam, fundado en 2011 por Loup Langton y por el ecuatoriano Pablo Corral Vega, se ha convertido en el concurso de fotografía y cine documental más grande de Iberoamérica. La revista Mundo Diners va a explorar la visión de las ganadoras del POY Latam del año 2021. En esta revista presentamos el trabajo de la fotógrafa franco-peruana Florence Goupil, ganadora de una mención de honor en la categoría Fotógrafo del Año. Florence comenzó sus estudios en L’École Supérieure des Beaux-Arts de Rennes, donde se graduó en Diseño Multimedia y Editorial. Criada en el seno de una familia andina, arropada por las historias de sus tradiciones, pero educada en la escuela francesa, Florence creció entre dos culturas. De ahí su profundo compromiso con temas como los derechos humanos, el territorio y la espiritualidad en Perú y América Latina. Su obra ha sido expuesta en el ICP, en el Format Festival; publicada en National Geographic, Polka Magazine, BBC, El País, y colabora con Le Monde y Ojo-Público.
Texto y fotografías: Florence Goupil

Abordar el uso de la medicina tradicional a base de plantas es una puerta de entrada a la diversa flora que el pueblo indígena shipibo-konibo ha utilizado y protegido durante mucho tiempo. Pero hoy en día, esta conciencia ligada a las plantas está en peligro de desaparecer. El epicentro de la pandemia de la covid-19 se ha trasladado a la Amazonía peruana, poniendo en peligro la vida de los indígenas shipibo-konibo. Ante la negligencia del Gobierno por la falta de atención médica y el colapso del único hospital amazónico, los shipibo-konibo crearon un grupo de curanderos tradicionales llamado Comando Matico, con el fin de curar a su pueblo con el uso de su medicina basada en plantas. Sin embargo, en diciembre de 2020, la Dirección General de Pueblos Indígenas de Perú reportó más de 209 179 casos confirmados y 3106 fallecidos, entre ellos ancianos y líderes indígenas con los síntomas de la covid-19. “Las plantas no nos dejan y nosotros no dejamos las plantas”, afirma Ronald Suárez, presidente de la organización indígena Coshikox. Ronald perdió a su madre junto con otros siete familiares a causa de la pandemia. Afirma que la desaparición de los ancianos shipibo-konibo es extremadamente grave porque con ellos se va la biblioteca de conocimientos vinculados al uso de las plantas y la biodiversidad de la Amazonía peruana. Al igual que Ronald, muchos shipibo-konibo consideran esta situación como un genocidio por abandono.
- Sanken Runa de pie a orillas del lago Yarina con las hojas de yuna rao sobre su cuerpo. El yuna rao es una hierba medicinal muy conocida e importante en la cosmología shipibo-konibo. Su nombre se traduce como “hierba que cura” y se utiliza para la fiebre y los síntomas de la covid-19. Fotografías: Florence Goupil.
- Celinda Cahuaza, una mujer shipibo-konibo, se cubre con una hoja. Su padre le enseñó a curar con plantas. Los recuerdos que tiene de su padre son como una base de datos que consulta cuando quiere conocer una receta a base de plantas. Dado que el período de aislamiento ha puesto en peligro la salud de los shipibo-konibo, su confianza reside en sus remedios tradicionales y plantas medicinales contra el virus.
- Pablo Faustino Díaz es enfermero y experto en medicina tradicional shipibo-konibo. En la comunidad ha conseguido unir los dos mundos, utilizando plantas como el tabaco y medicinas occidentales para proteger a su pueblo de la covid-19.
- En la comunidad Calleria no hay atención médica. Para acceder al hospital más cercano en la ciudad de Pucallpa, los shipibo-konibo tienen que cruzar un lago y luego recorrer el río Ucayali durante unas seis horas en barco. Sin embargo, saben que el único hospital amazónico está saturado y que no recibirán atención médica.
- Las hojas de matico, también conocidas como roca-roca noi rao en lengua nativa, es la planta medicinal más importante para curar los problemas respiratorios. Según su cosmología, las plantas del Amazonas son como médicos que protegen a la humanidad.