Un país báltico con potencial turístico se consolida como sociedad digital para el emprendimiento y el trabajo remoto.
Las fronteras se expanden para brindar facilidades a los nómadas digitales, el grupo de profesionales en auge que viaja por el mundo y solo requiere de una computadora y una conexión a Internet para realizar su trabajo.
Estonia fue el primer país que puso en práctica (en agosto del año pasado) un visado específico para los nómadas digitales con la opción de permanencia temporal por un año. Una de las razones es facilitar a profesionales del trabajo remoto una permanencia legal, sin la ambigüedad de laborar en condición de turista.
En materia de visados innovadores el país báltico también ofrece residencia electrónica (e-residency) que “permite establecer y gestionar vía digital una empresa de un país de la Unión Europea, acceder a servicios públicos y privados en Estonia, y firmar digitalmente contratos y otros documentos”.
Desde 2014, “personas de 167 países son e-residentes y se benefician de nuestra sociedad digital”, señala la empresa de negocios, inversiones y turismo Enterprise Estonia. Vale aclarar que ese programa no implica el visado de ingreso al país ni la obtención de ciudadanía.
Estonia no solo fortalece su imagen como una de las sociedades digitales más avanzadas del mundo (por ejemplo, el 99 % de los servicios públicos se realizan en línea), sino también consolida su sector turístico, combinando la atracción de emprendedores con ocio y esparcimiento.
Según el Ministerio de Cultura, hay 26 492 monumentos culturales y unos 250 museos. Entre muchas otras atracciones históricas y arquitectónicas se destacan el casco histórico de Tallin, la capital, que data del siglo XIII y es Patrimonio de la Humanidad; el faro de Kõpu en la isla de Hiiumaa, que es el más antiguo del norte de Europa (construido entre los siglos XVI y XVII), y el castillo de Kuressaare en la isla de Saaremaa, una de las edificaciones medievales mejor conservadas.
El pequeño Estado del norte europeo tiene larga tradición en la música coral y se precia de tener una de las colecciones de canciones populares más extensas del mundo con 133 mil temas documentados.
Considerando la abundante naturaleza virgen —tres cuartas partes del territorio están cubiertas por bosques y turberas— se trata de un destino ideal para actividades al aire libre, desde ciclismo, caminatas y deportes náuticos hasta incontables sitios de bienestar, como saunas y spas.
Cuenta con seis parques nacionales y a lo largo de 820 km hay 55 rutas de senderismo, que en algunos casos atraviesan reservas naturales y paisajes de playas, humedales y pantanos.
Otros destinos
Además de Tallin, la Guía del nómada digital, de Lonely Planet, sugiere estos sitios como idóneos para el trabajo remoto: Canggu (Bali, Indonesia), Lisboa (Portugal), Ciudad Ho Chi Minh (Vietnam), Medellín (Colombia), Tiflis (Georgia), Seúl (Corea del Sur), Buenos Aires (Argentina), Chiang Mai (Tailandia), Budapest (Hungría), Las Palmas de Gran Canaria (España) y Playa del Carmen (México).