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¿Quiere estimular el cerebro de su hijo?

No utilizar el celular mientras comparte tiempo con sus hijos es una manera sencilla de cambiar el mundo. Los niños necesitan padres presentes para desarrollar su cerebro.

Fotos: Shutterstock.

El cerebro humano se desarrolla más rápido en los cinco primeros años de vida que en cualquier otro momento. Y puede crear hasta un millón de conexiones neuronales por segundo. ¿Increíble, verdad? Para que esto suceda la presencia de los adultos en la vida de los niños es básica, pero una presencia real, sin tecnología ni celulares de por medio. 

No importa si los padres están juntos o divorciados, si son ricos o pobres, si son jóvenes o mayores… lo que importa es lo disponible que estén para compartir con sus hijos. La fórmula es fácil: conectar, hablar y jugar. 

Cuando los adultos hablan, juegan y hacen reír a los niños, no solo fortalecen las relaciones y la salud mental, sino que les enseñan habilidades vitales importantes, como hacer amigos o desarrollar empatía. 

Y aunque el tema parece obvio, no lo es en un mundo cada vez más tecnológico, en el que madre y padre dedican más tiempo a sus teléfonos celulares que a sus hijos. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo explica que el uso desmedido de estos dispositivos afecta la relación con los hijos, pues las interacciones cara a cara desde los primeros días de vida son muy importantes para el aprendizaje, comportamiento y desarrollo emocional. 

Jamás ignorar a los hijos

Los niños de padres que están más absortos en sus dispositivos son más propensos a portase mal para llamar su atención y, a la vez, sus padres están más irritables. Según la psicóloga Catherine Steiner-Adair, autora del libro The Big Disconnect, cuando la mamá o el papá está enviando mensajes de texto o contestando un e-mail, la parte del cerebro activa es la de “hacer” y se genera un sentido de urgencia por completar la tarea. En consecuencia, se alteran con mayor facilidad cuando el niño interrumpe y podrían reaccionar con gritos o tratándolo mal.

Las consecuencias pueden ser graves. Los pequeños interpretan que no son lo suficientemente importantes y se sienten rechazados, lo cual afecta su autoestima y desempeño social. Es por ello que la importancia de hablar y escuchar a los niños no debe disminuir a medida que crecen. 

Ideas clave

La psicóloga Catherine Steiner-Adair señala:

  1. La exposición excesiva a los medios digitales interfiere en el desarrollo de un niño. Hace que las personas sean menos empáticas y dificulta la concentración.
  2. Los bebés sufren cuando sus padres se distraen con sus dispositivos. Los bebés necesitan mucha atención sensorial de sus padres y así se desarrollan emocional e intelectualmente.
  3. Los niños necesitan jugar entre ellos para desarrollar habilidades sociales críticas. Los videojuegos no pueden reemplazar al juego en la vida real.
  4. Los niños necesitan protección frente a experiencias dañinas a medida que crecen. Los niños pueden quedar traumatizados por interacciones en línea hirientes o abusivas.
  5. Las redes sociales e Internet pueden hacer que la adolescencia sea aún más complicada. Pueden exacerbar la inestabilidad emocional de un niño al exponerlo públicamente a formas que no puede controlar.
  6. La tecnología digital dificulta que los adolescentes desarrollen relaciones saludables. Es fácil crear una persona alternativa en línea, pero hay riesgos perjudiciales para los jóvenes.

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