Tal vez ni lo uno ni lo otro: el presidente George W. Bush tendría estrategias políticas muy bien trazadas
Por Jorge Ortiz
“Estados Unidos hará lo que sea necesario para defender a Taiwán”. El anuncio, efectuado a principios de mayo, abrió una serie de incógnitas e incertidumbres que durante varias semanas tuvieron en vilo a las cancillerías de medio mundo: ¿fue una salida en falso del presidente George W. Bush, o en efecto los Estados Unidos le habían dado a su política exterior un fuerte golpe de timón, que tendría repercusiones en todo el planeta?
Y es que durante un cuarto de siglo, desde que la “diplomacia del ping pong” permitió la normalización de las relaciones entre Washington y Beijing, los Estados Unidos mantuvieron una cuidadosa y muy pulida política de “ambigüedad estratégica”, que posibilitó un equilibrio impecable en sus nexos con la China Popular y con Taiwán. Pero de pronto, cuando menos se lo esperaba, el anuncio del presidente Bush cambió todo el panorama.