Por Salvador Izquierdo
Ilustración: Diego Corrales
Edición 460-Septiembre 2020
Se abre el telón… Una madre se desdobla al mismo tiempo que forma parte de los juegos imaginarios de su hija de cuatro años. Tres hormigas acróbatas riñen y se contradicen mientras llegan a la conclusión de que en demasiados campos de la actividad humana la gente usa uniformes (¡pero ellas no, ellas jamás piensan igual!). La misma niña de antes, ahora adulta, recuerda o quizá sigue jugando a los indios y vaqueros con cierto extrañamiento porque en todas partes le han dicho que los indios son los malos y cada vez que ella y los demás niños del barrio se miran en el espejo se ven, pues, bastante indios. Una conversación con la Virgen María, a quien contemplamos con devoción, cuando en realidad ese rostro y ese atuendo no eran los de Ella sino los de una de tantas modelos italianas del Renacimiento que posaron frente a artistas anónimos para hacer los retratos y las esculturas que luego se repetirían innumerables veces, al estilo de una vieja fábrica de juguetes, en América. ¿Cómo será conversar con esa mujer, no la virgen, sino la modelo italiana de carne y hueso?
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