Por Milagros Aguirre.
Ilustración: ADN Montalvo E.
Edición 455 – abril 2020.
La Universidad Central ha hecho un justo homenaje a Jaime Andrade Moscoso, el escultor ecuatoriano más importante del siglo XX.
Ha puesto en vitrina lo mejor de su obra, ha editado un libro y ha sacado de los archivos del olvido el plan que él tenía cuando se creaba la facultad de Artes de ese centro de estudio.
Jaime Andrade Moscoso era, además de gran escultor, un soñador. Soñaba con una facultad en la que se enseñen técnicas —pintura, grabado, escultura— pero en la que se enseñe también historia del arte, pedagogía del arte, música, danza… veía un gran centro para el fomento de las artes, para la formación no solo de artistas sino de sensibilidades. El plan estuvo ahí, durmiendo el sueño de los justos en los últimos cincuenta años. Y ahora, las nuevas autoridades de la facultad han decidido retomarlo.
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