El dolor y la angustia sí golpean al corazón

Fotografía: Shutterstock
Edición 460-Septiembre 2020

Aunque las emociones no se originan en este órgano —como metafóricamente se idealiza—, el impacto nervioso que generan podría alterar la salud cardíaca.

Sobre ningún otro órgano se ha hablado o escrito tanto como sobre el corazón humano, especialmente porque ha sido considerado el símbolo de la vida emocional. La imagen mental inmediata que surge cuando se pronuncia la palaba amor es, sin duda, la de un corazón, muchas veces atravesado por una flecha. Además, la forma de corazón, llamada cardioide, es común en la naturaleza, y se puede encontrar en hojas, flores, semillas o plantas. En el catolicismo, por ejemplo, esta figura ha estado muy vinculada con el Sagrado Corazón de Jesús, lo que se traduce en que la asociación corazón-(des)amor ha resistido hasta la modernidad.

Pero el vínculo entre las emociones y el órgano como tal, ¿es real o metafórico? El cardiólogo y experto en el tema Sandeep Jauhar cree que la conexión existe y que las emociones pueden tener un efecto físico. Si bien se sabe que el corazón no es la fuente del amor o de otras emociones y no puede originar los sentimientos, sí es muy sensible a ellos. “Un registro de nuestra vida emocional está escrito en nuestros corazones”, explica el médico y autor de varios best sellers sobre el tema.

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