Estos deportistas han hecho carne el refrán que dice que nunca es tarde si la dicha es buena. Y qué es la edad sino un número que en la vida como en el deporte marca, pero no siempre cuenta. Bienvenido a las jornadas deportivas sub-60.

César Bohórquez es un atleta que inició su carrera deportiva cuando se jubiló. Ahora tiene 74 años y compite en medias maratones y carreras abiertas. Su próxima meta es medírsele a los cuarenta kilómetros de una maratón completa.
“Lo fundamental es disfrutar el trayecto. La mejor sensación es recorrer las calles y recibir el aplauso de la gente; te dan un aliciente, agua, una raspadura, un banano”.
Un proyecto familiar lo llevó al deporte. Junto a su hijo y su yerno se inscribió para participar en el Ironman de Manta 2016. Luego, las competencias se volvieron parte de su cotidianidad. En 2023 ha corrido el Medio Maratón Lifetime de Miami, la Ruta de los Tres Juanes en Ambato, la 15k Últimas Noticias y la Ruta de la Iglesias.
“Entreno cinco o seis veces por semana. Hay días que hago resistencia aeróbica, otros me dedico a fuerza y otros también a los ejercicios explosivos. Me preparo según la competencia que tenga”. Su experiencia como profesor de educación física, entrenador de fútbol y preparador físico le dan las pautas para armar su rutina de entrenamiento.
La rutina de competencia de Bohórquez incluye algunas cábalas: siempre una gorra roja, sus zapatos de la suerte y la alineación al costado derecho de la carrera. Un helado de hielo es su forma de premiarse por el esfuerzo. “No hay mejor cosa que sentarse y poder decir: ¡lo hice!”.
No es tarde

Para la deportista Marianita Benítez la edad es intrascendente. A sus 64 años, esta exprofesora de educación física, oriunda del Carchi, se dedica al andinismo. Enamorada de la naturaleza ha escalado varias montañas y nevados ecuatorianos, como la mama Tungurahua, la Integral de los Pichinchas y el Cóndor Matzi (Zumbahua). También ha escalado el Urus y el Ishinca en Perú.
Su aventura empezó en 2010 con el Movimiento Juvenil de Cumbres El Sadday, donde encontró un refugio para superar un momento difícil de su vida. A sus 61 años se graduó en la Escuela Provincial de Alta Montaña como instructora. Su meta era clara: promover el deporte en la tercera edad. “Cuando me gradué fue mi ilusión tener un grupo de personas grandes en edad a las que yo pueda compartir mis conocimientos”.
El grupo de montañismo al que pertenece cuenta ya con doce integrantes. Entre semana se dedican a entrenar en el parque La Carolina o en el Itchimbía, en Quito. Allí realizan acondicionamiento físico, ejercicios de fuerza y respiración. Su preparación para subir cumbres complicadas es técnica, física y psicológica, pues la motivación cumple un rol fundamental. “Hay que enseñar con el ejemplo para que el grupo de la tercera edad no se sienta relegado ante la sociedad”.
Varios compañeros de Benítez han coronado el Iliniza Sur y el Cayambe, nevados que requieren de mucha preparación y técnica. Actualmente, Marianita sube montañas todos los fines de semana y se prepara para coronar el nevado Toluca en México. Su siguiente objetivo es conquistar la cumbre del Cotopaxi y del Chimborazo.
Gloria del baloncesto
Demetrio Vernaza es un esmeraldeño de sesenta años que juega baloncesto desde que tenía nueve. Fue profesor de educación física y entrenador del deporte que tanto ama. Desde los diecisiete años jugó a nivel profesional en clubes como Wesco, San Pedro Pascual, Mavort, entre otros. Además, fue seleccionado nacional por veintiún años consecutivos. Es un jugador versátil, atlético y muy hábil en la cancha.
La vida y el trabajo en el campo lo mantienen en forma. Juega baloncesto en Esmeraldas o en Puerto Quito al menos tres veces por semana, pero cuando tiene un torneo importante se toma su preparación muy en serio. “Dos meses antes del torneo, entreno a diario y hay días en los que hago doble jornada, con un poco de fortalecimiento muscular, trote, piques, pesas y lanzamientos. Combino la parte técnica con la física y luego, en la tarde, me reúno a entrenar con el grupo”. A esto se suma que previo a los campeonatos su dieta es rigurosa: proteína y ensalada.

Su motivación para seguir jugando es sentirse vivo, mantenerse sano y ser ejemplo de las nuevas generaciones. “Si una persona de sesenta años juega a nivel local e internacional, ¿por qué no lo puede hacer un niño, un joven o una persona en edad productiva?”.
El año pasado Demetrio jugó el torneo de maxibasket Lilaca Foundation. Se enfrentó a seleccionados de República Dominicana, Puerto Rico y El Salvador. Fue campeón en su categoría y, para no perder la costumbre, se destacó como el jugador más valioso del campeonato.
“La vida es un sueño y solo Dios decide cuándo uno no despierta. Así que no desmayen. Yo voy a seguir jugando hasta que Dios me dé la fuerza, la habilidad y la salud para poder pisar una cancha de baloncesto”.
Torneos 60+
En la cuarta edición del campeonato de fútbol Copa María Eloísa Castillo, que se juega en San Juan, en el centro de Quito, las reglas se han modificado para adaptarse a quienes cruzaron la frontera de los sesenta años. En consecuencia, se juegan dos tiempos, de veinticinco minutos cada uno, con un pequeño descanso de cinco minutos y con siete jugadores por cada equipo.
Las barras y los pitos de la hinchada y de los familiares de los deportistas son la tónica de un juego de altísimo nivel en el cual no faltan las discusiones con el árbitro, las chilenas, las barridas, las gambetas y varios lujos con la pelota.
Juegan Polones versus Liga. Luego de veinticinco minutos, el primer tiempo termina 1-0 a favor del Polones. Ya entrados en calor, el segundo tiempo se torna más reñido, emocionante y con varias llegadas de gol por parte de ambos equipos. Después de muchos intentos, el tan ansiado empate de Liga llega. Gustavo Mosquera, dos veces nombrado mejor goleador del campeonato, a sus 66 años y con un récord de 38 tantos, fue el autor del gol. “Lo que me motiva a seguir es mantenerme bien físicamente. Voy a seguir jugando hasta que tenga energía”.

Cuando todo parece indicar que el partido se definiría en tiempo extra o penales, al minuto 49, Eduardo Proaño, de los Polones, define y le da así el triunfo a su equipo en el cierre del partido. “Estoy feliz de haber obtenido el campeonato. Estos torneos son una salida para todos los que pasamos los sesenta años, para no quedarnos en la monotonía de estar solo en casa y desestresarnos un poco”.
Fabián Castillo, organizador del campeonato, cuenta que el objetivo es que las personas de la tercera edad tengan la oportunidad de hacer deporte, se mantengan saludables y se encuentren con viejos amigos. “El torneo ha tenido muy buena acogida, a esta edad todavía juegan con mucho nivel”, comenta.
Finalmente, el torneo reconoció a Aníbal Salas como el jugador de mayor edad del campeonato. Él es parte del club Politécnico y con 76 años declara: “Mientras el corazón lata y las piernas me respondan, yo seguiré jugando fútbol”.
¿Cuánto ejercicio?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan a las personas de la tercera edad realizar mínimo 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio vigoroso a la semana.
¿Qué hacer?
- Actividades de resistencia o aeróbicas: caminatas, salir a correr, bailar, nadar y andar en bicicleta.
- Ejercicios de fuerza: levantar pesas o usar bandas elásticas.
- Ejercicios de equilibrio para prevenir caídas: puede caminar de talón a punta o ponerse de pie desde una posición sentada.
- Ejercicios de flexibilidad: estiran los músculos, previenen lesiones y ayudan a relajar el cuerpo.