
Tío Alejo y el agua.
Por Huilo Ruales. Ilustración: Miguel Andrade. Edición 435 – agosto 2018. El tío Alejo llegaba descalzo a los dos metros, de tal manera que resultaba
Por Huilo Ruales. Ilustración: Miguel Andrade. Edición 435 – agosto 2018. El tío Alejo llegaba descalzo a los dos metros, de tal manera que resultaba
Por Huilo Ruales. Ilustración: Miguel Andrade. Edición 434 – julio 2018. 1 Sobre mi cabeza está el sexto piso, ocupado por madame Dalmon. Su bota
Por Huilo Ruales. Ilustración Miguel Andrade. Edición 433 – junio 2018. Una tarde que, enredado en algún texto personal, me quedé solo en la
Por Huilo Ruales. Ilustración: Miguel Andrade. Edición 431 – abril 2018. 1 2017. Tren de noviembre. La nieve se precipita de abajo hacia arriba como
Por Huilo Ruales. Ilustración Miguel Andrade. Edición 430 – marzo 2018. En ese entonces era tan joven, tan volcán en erupción, que a menudo necesitaba
Por Huilo Ruales. Ilustración Miguel Andrade. Edición 429 – Febrero 2018. Una pila de años fue necesaria para que su vida ecuatoriana terminara convertida
Por Huilo Ruales. Ilustración: Miguel Andrade. Edición 428 – enero 2018. La oficina del empleo es una casona gris, no solamente porque esté pintada de
Por Huilo Ruales. Ilustración Miguel Andrade. Edición 427 – diciembre 2017. La madre de familia del departamento de Archivo era la Esthercita. Y no solamente
Por Huilo Ruales. Ilustración Miguel Andrade. Edición 425 – octubre 2017. Qué otra cosa podía hacer en ese tiempo sino practicar a diario la natación.
Por Huilo Ruales. Ilustración Miguel Andrade. Edición 424 – septiembre 2017. Tenía un gran patio de piedra y veinte cepos de tres metros cuadrados en
Por Huilo Ruales. Ilustración Miguel Andrade. Edición 422 – julio 2017. Estoy en primer grado y es víspera de Navidad. Por primera vez en la
Por Huilo Ruales. Ilustración Miguel Andrade. Raro ver una niña, casi un bebé, apareciendo por la ventana de un séptimo piso y a las seis
Por Huilo Ruales. Ilustración Miguel Andrade. El Ivanopla me salvaba la vida casi a diario. Y yo, por supuesto, aprovechaba para ponerme en riesgo, como
Por Huilo Ruales. Ilustración Miguel Andrade. En el principio de mis tiempos, Quito tenía un sabor a planeta Marte mezclado con Disneylandia. Algo así como
Por Huilo Ruales Hay alguien que se ha mudado en el piso de arriba. Parecería un niño, pero aquí los niños no tienen derecho
Por Huilo Ruales y nosotros, acá en los graderíos, oyendo el galope de la sangre. Y nosotros, acá en la sangre, oyendo el galope
Por Huilo Ruales Así como he carecido de padre he sido pródigo en tías y abuelas y en la cresta una bisabuela de colección.
Por Huilo Ruales Esta es la meca de todos los sures, incluidos aquellos que ya no saben si la calle donde viven se halla en
Por Huilo Ruales 1 Dos canchas de básquet y una de índor, más los contornos para carreras, los baños y el kiosco de las
Por Huilo Ruales Es un barco hundido en el cemento penumbroso de la Zona. A su diestra está La Carnicería, bar y parrilla que otorga
Por Huilo Ruales – 1 – Estoy en un avión de dos pisos, arrumado entre más de 500 personas. Aunque a momentos siento que
Por Huilo Ruales – 1 – Viernes, diez de la noche. Como si más bien fuese un golpe de gracia pongo el punto final en
Por Huilo Ruales He dormido nada más que tres horas. Creí que iba a dormir dos días, pues jamás he caminado tanto y en plena
Por Huilo Ruales /// El consulado del Ecuador en París se halla al inicio de la avenida Messine, a pocas cuadras del apartamento donde
Las inolvidables manchas de París Por Huilo Ruales París empezaba a las cinco de la mañana en la place de Pigalle, al pie de Montmartre.