Edición 430 – marzo 2018.
Ayer eran costureras y planchadoras las que convirtieron las calles en tribuna de demandas por mejores salarios y condiciones de trabajo. Hoy, en las mismas calles, la historia se repite para exigir derechos elementales para las mujeres, como estar a salvo de abusos y violencia.
“No hay razón para que las mujeres sigan detrás de los hombres en los asuntos sociales, económicos y políticos. Los países necesitan hacer mucho más para alcanzar los objetivos de igualdad de género”, dijo Gabriela Ramos, directora de gabinete de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) al presentar en octubre pasado el informe “La búsqueda de la igualdad de género: una batalla cuesta arriba”.
La OCDE reconocía en ese informe progresos en la adopción de leyes y normativas “más estrictas” para combatir el acoso laboral y fomentar la participación femenina en carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Pero también advirtió los pocos avances que se han hecho para superar la desigualdad de género en cuestiones como “la violencia contra las mujeres, la persistente disparidad salarial entre los géneros y la distribución desigual del trabajo no remunerado”.
Ese contexto es recurrente en la celebración del Día Internacional de la Mujer, cuyo origen obedece a una sumatoria de hechos y contextos: la Primera Guerra Mundial, la Revolución rusa, el auge del sindicalismo reivindicaciones de partidos socialistas de Estados Unidos y Europa. Una mención especial merecen las mujeres socialistas estadounidenses que a partir de mayo de 1908 promovieron la emancipación política en el denominado Woman’s Day, que celebraron —hasta 1914— el último domingo de cada febrero. Pero no fue hasta 1910 que, en la segunda conferencia de la Internacional de Mujeres Socialistas, en Copenhague, Dinamarca, se acordó dedicar un día especial a las mujeres —sin fijar fecha— para luchar por el sufragio femenino.
El 19 de marzo de 1911, el Día Internacional de la Mujer se celebró con manifestaciones en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza para exigir el derecho al voto, al trabajo y a la igualdad política y laboral. Entre 1914 y 1915 las protestas contra la guerra unieron a las mujeres el 8 de marzo en varios países europeos.
Las mujeres rusas también lo hicieron en un momento decisivo, el 23 de febrero de 1917 (8 de marzo por el calendario occidental), salieron a las calles para pedir “pan y paz”, uno de los eventos que precipitó la abdicación del zar.
Naciones Unidas celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo de 1975. En 1995 se adoptó la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, “el plan más progresista que jamás había existido para promover los derechos de la mujer”, el cual “imaginó la igualdad de género en todas las dimensiones de la vida, pero ningún país ha logrado completar ese programa”, precisa ONU Mujeres.
Las mujeres, añade el organismo, “ganan menos que los hombres y es más probable que trabajen en empleos de baja calidad; la tercera parte de ellas sufre violencia física o sexual en el transcurso de su vida, y las brechas en los derechos reproductivos y la atención de salud causan la muerte de 800 mujeres al dar a luz cada día”.
La Cumbre del Desarrollo Sostenible aprobó en 2015 la Agenda 2030 que consta de diecisiete objetivos. El Objetivo 5 es lograr la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas en todo el mundo. Para esa fecha se deberán eliminar todas las formas de discriminación, violencia (incluye la trata y la explotación sexual) y prácticas nocivas (matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina). Además, persigue la meta de reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados, así como asegurar la participación, liderazgo e igualdad de oportunidades.
LAS OBRERAS TEXTILES DE NUEVA YORK
El sector obrero textil de Nueva York realizó batallas decisivas por la emancipación de la mujer hace más de cien años. Allí, costureras y planchadoras realizaron, a mediados del siglo XIX, marchas para exigir la reducción de la jornada laboral a diez horas y aumentos salariales.
Otro antecedente fue la llamada “sublevación de las 20 000” en 1909, cuando una huelga de obreras de fábricas de camisas, apoyada por sindicalistas y sufragistas, se mantuvo once semanas, una acción sin precedentes por su nivel de convocatoria, duración y el apoyo de la clase media.
Dos años después, otro hecho, lamentablemente luctuoso, impulsó reformas para mejorar las normas de seguridad industrial. El 25 de marzo de 1911 un incendio en la Triangle Shirtwaist Factory provocó la muerte de 146 mujeres al quedar atrapadas en el edificio. Las puertas se mantenían cerradas durante el tiempo de trabajo, no había salidas de seguridad ni equipos adecuados para extinguir incendios.
AHORA ES EL MOMENTO
El tema para el Día Internacional de la Mujer este 8 de marzo es: Ahora es el momento: las activistas rurales y urbanas transforman la vida de las mujeres. Se exhorta a reconocer los derechos de las mujeres rurales en quienes recae el trabajo agrícola y la alimentación mundial. Ellas, precisa ONU Mujeres, “quedan rezagadas frente a los hombres rurales o las mujeres urbanas, como consecuencia de las desigualdades de género y la discriminación”, a lo que se suman carencias de infraestructura, servicios y protección social.
ONU Mujeres reafirma también que vivimos “un movimiento mundial sin precedentes por los derechos, la igualdad y la justicia de las mujeres” y la determinación a favor del cambio en momentos en que “el acoso sexual, la violencia y la discriminación contra las mujeres han acaparado los titulares y el discurso público”.
El acoso sexual abrió un nuevo frente de combate. En 2015 la campaña Ni Una Menos en Argentina alzó la voz contra el feminicidio y en 2017 estalló el escándalo de acoso sexual en Hollywood que provocó la movilización de la sociedad civil y la creación de los movimientos #MeToo y Time Is Up. Además, en otras partes del mundo surgieron plataformas similares como #YoTambién en México, España y América Latina, #QuellaVoltaChe en Italia, #BalanceTonPorc en Francia y #Ana_kaman en algunos países árabes, entre otras iniciativas.
Estimaciones de Naciones Unidas indican que alrededor del 35% de mujeres en el mundo ha sido víctima de violencia física y/o sexual en algún momento de su vida. Sin embargo, precisa la ONU, estudios nacionales demuestran que “hasta el 70% de las mujeres han experimentado violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental durante su vida”.
La situación es grave en América Latina y el Caribe, región de catorce de los 25 países del mundo con las tasas más altas de casos de femicidio / feminicidio y donde una de cada tres mujeres mayores de 15 años ha sufrido violencia sexual.