Publicado internacionalmente por Bloomsbury, Boredom, Architecture, and Spatial Experience explora la compleja e íntima relación del aburrimiento con la arquitectura moderna, argumentando que ser moderno es tener que vivir el aburrimiento y que su experiencia es definida por el entorno en que vivimos.

Para Martin Heidegger —el filósofo llamado “padre de la fenomenología” y cuyas elaboraciones han fundamentado interpretaciones arquitectónicas que buscan reinstalar la experiencia del usuario en el proceso de diseño— siempre nos encontramos bajo los efectos de un estado de ánimo o humor. Como en un péndulo, pasamos de uno a otro: de la felicidad a la ansiedad, de la ansiedad al aburrimiento y del aburrimiento de regreso a la felicidad. A diferencia de las emociones, como la ira, la culpa o la alegría, los estados de ánimo son difusos, duraderos y de intensidad moderada, menos propensos a desencadenarse por eventos aislados y, por tanto, difíciles de identificar. Además, estos constituyen el espacio en el que nos movemos, como si estuviéramos inmersos en una atmósfera densa y profunda —totalitaria—, individual pero también colectiva.
Los humores son históricamente específicos y —tanto para Heidegger como para otros pensadores, incluyendo Søren Kierkegaard, Walter Benjamin y Albert Camus— el aburrimiento es el predominante en la era moderna. A modo de causa y efecto, ser moderno es tener que vivirlo; vivirlo es la manifestación de nuestra modernidad. Inseparablemente, el aburrimiento y su opuesto, lo interesante, organizan el ciclo de desafección por lo que ya existe y el consecuente entusiasmo por lo que todavía no se ha creado, a la espera de ser consumido. En el caso de la arquitectura, una disciplina constantemente preocupada por la innovación, el aburrimiento cuestiona, ¿podría esta ser el resultado no solo del intelecto, el talento creativo y el desarrollo tecnológico, sino también del estado de ánimo de quienes la construyen? Y si el aburrimiento es omnipresente en la modernidad, ¿cómo podría este ser detectado en la ideación, el diseño y la experiencia del entorno construido?
Boredom, Architecture, and Spatial Experience (Aburrimiento, arquitectura y experiencia espacial) explora estas interrogantes, mostrando cómo la complejidad del aburrimiento brinda una nueva forma de entender la arquitectura moderna y su experiencia. Con un prefacio de Iain Borden (University College London), el volumen, publicado internacionalmente por Bloomsbury, reconstruye una serie de episodios en la historia de la arquitectura, desde el siglo XIX hasta la actualidad. Este investiga cómo el aburrimiento se normalizó en lo cotidiano, cómo se infiltró en la producción y recepción del ambiente construido, y cómo puede servir para diagnosticar momentos críticos en las constantes transformaciones arquitectónicas. Contextualizado por elaboraciones filosóficas y las fases de prosperidad, recesión, crisis y recuperación del capitalismo, Boredom, Architecture, and Spatial Experience incorpora elucidaciones teóricas y literarias de la arquitectura, y combina material de diversos archivos, fuentes académicas y entrevistas con Peter Cook, Charles Jencks, Rem Koolhaas, Herbert Morris, Sylvia Lavin y Jorge Silvetti —todos arquitectos de nuestra modernidad—.