Veinte años de Can Can: la banda pionera regresa

Y al mirar atrás lo que hicimos, se volvió leyenda.

La banda quiteña no es solo una de las más escuchadas y trascendentes de su generación. Su música ha pasado de mano en mano y de cabeza en cabeza por veinte años. Can can es una pieza fundamental en el catálogo ecuatoriano.

banda Can Can
Guardacán: Mateo Crespo, Denisse Santos, Andrés Caicedo, Toño Cepeda, Álvaro Bermeo, Daniel Pasquel. Fotografía: Daniel Zurita.

Porque en UIO, aquí no existe nadie.

Un viaje en el tiempo

Antes de que exista lo que podemos nombrar, hay un momento. Se marca con un acto imperceptible pero fundamental para detonar luego el lugar de origen. El grupo ecuatoriano Can Can fue y seguirá siendo uno de esos actos que, al día de hoy, se reflejan en la historia de las bandas que vendrían después.

Daniel Pasquel y Denisse Santos fundaron Can Can en 2002, mostrando una nueva cara a la escena musical alternativa de la capital. Para ese tiempo, el movimiento under llevaba varios años tratando de consolidarse. Junto a su primer baterista, Pato Sánchez, debutaron en vivo con cinco canciones en radio Latina, de Quito. Su primera aparición en público fue en el festival Expo Tattoo, junto a otras bandas.

Daniel es productor y un gran compositor, la mayoría del material de la banda es de su autoría. Cuando empezaron a grabar, Denisse recuerda: “Más allá de ser la cantante, me inicié como una fan. Esta música y esas letras me parecieron tan bacanes que dije: ¡Hijueputa! ¡Yo tengo que interpretar esto, yo tengo que cantar estas canciones!”

Su indefinible estilo unía rock y electrónica, contrastando sonoridades psicodélicas, alternativas y acústicas con efectos. Cuando empezamos teníamos veintiún [años] y Björk era importante, Moloko era un referente, Smashing [Pumpkins] también, el post drum n bass británico de inicios de siglo.

La alineación instrumental se componía por Denisse en la voz, Daniel en las secuencias y guitarra y Pato en la batería. El mismo año lanzaron su primer álbum, Can Can, que hoy representa la ilusión de ser rockstars y la inocencia de explorar. Inherente al tiempo, esta banda ha estado siempre un paso adelante, tomando caminos distintos, descubriendo nuevos sonidos. Ella sería una de las primeras vocalistas de rock, algo novedoso para la escena de la época. Con un sonido vanguardista, se distinguían por no tener bajista y tocar secuencias en vivo a través del computador, algo inédito en su momento.

Para 2004 apareció su segundo disco, Malditos villanos pixelados. Usaron samples de partidos de fútbol y locuciones radiales como intermedios musicales. “Megabass”, “Ieri”, “Atari” y “UIO” se convertirían en temas insignes de su discografía. En 2005 Can Can viajó a Nueva York a probar suerte haciendo algunos shows, enfrentándose a esa realidad de artista que te da fama o te da calle. Entre irnos y volver fueron varios años de no poner nada [de material] afuera, cuenta Denisse.

Post Nueva York se integran el bajista Toño Cepeda y los bateristas Andrés Caicedo y Ernesto Karolys. En 2007 sacan el EP Lado C con temas nuevos, fragmentos y renovaciones de su trabajo anterior. Más adelante, el Teatro Bolívar sería la sede para Guardacan: La boda del año, una idea original que juntaba a dos bandas en un matrimonio musical inolvidable. La alianza se dio entre la banda de folclor-rock, Guardarraya, y Can Can. De la grabación del show en vivo hicieron un disco y un devedé de edición limitada.

Caos fue su siguiente álbum, en 2011, y se lanzó en el Teatro México con Andrés Benavides en la batería. Triunfo y tragedia. La banda estaba en un gran momento, querían crear algo extraordinario y lo lograron. Para esta cuarta producción, trajeron a Ken Stringfellow, guitarrista de R.E.M., quien minaría para bien el potencial creativo de la banda. Daniel recuerda, el lanzamiento fue lindo, pero por cosas de la vida cada uno terminó en otras partes del mundo. Dos, tres shows después, ya no teníamos banda. Ahí empezó el desgaste.

Can Can (10 años): Daniel Pasquel, Denisse Santos, José Vergara, Fiorella Gallardo, Mauro Samaniego. Fotografía: Franz Córdova.

El año siguiente, celebraron sus diez años en el mítico Aguijón ubicado en La Mariscal. Montaron un show con nuevos integrantes y obsequiaron el disco Las malas influencias (remixes y reversiones) a las primeras 250 personas que asistimos. El álbum cuenta en su mayoría con reinterpretaciones de los temas de Can Can hechas por amigos músicos de todas partes.

Posterior a la dispersión de la banda en Caos, sus miembros se dedicaron a otros proyectos musicales. El álbum de quince canciones se convertiría en un hito y precursor a través de un sonido prolijo y menos experimental. Creo que le da un aire un poco más de culto, porque la banda también se pega el tropezón y solo para. Sin pensarlo para, por un largo tiempo, cuenta Daniel.

Es hora de detonarme y en un mar de luz seré infranqueable esta vez

Los veinte años, el QuitoFest y el regreso con Del tiempo muerto

El fragmento del tema “Un ente así” se parece a lo que fue el concierto de celebración de sus veinte años en el Teatro Nacional Sucre el 19 de marzo de 2022. Denisse sonríe y comparte, fue como lindo regresar, fue tan esperado. En su tema KKK, se canta que fueron tres, pero en realidad fueron ocho años de sequía en la ciudad. Quienes los seguíamos de cerca nos dimos cuenta. De 2012 hacia 2020 Los habitantes no logramos descifrar/ Si era un castigo, una advertencia, una señal. La banda iba a lanzar Del tiempo muerto ese año, el disco en el que venían trabajando desde 2015, previsto ahora para marzo o abril de 2023 en vinilo. Con el apoyo del IFCI, algunos temas que no entraron en este álbum van a salir en un EP posterior a mediados de año.

Para la mezcla, contaron con el cuarto Soda Stereo, el legendario tecladista Tweety González. La banda regresó en 2020 con la remasterización de su primer álbum Can Can (2002) para alojarlo en plataformas digitales. Acto seguido, grabaron el EP Sesiones ayer/mañana en una edición limitada de casetes. En el lado A: cuatro covers de cuatro temas de cuatro amigos de bandas distintas con los originales, en el lado B, y un adelanto escondido de su nuevo sencillo, Al azul de la distancia.

QuitoFest: Andrés Benavides, Daniela Castillo, Daniel Pasquel, Denisse Santos, Ivis Flies, Sebas Game. Fotografía: Juan Pablo Guerrero

En 2021 salió el segundo sencillo de Del tiempo muerto, “Sangre con miel”, una crítica a la cultura de la cancelación en redes sociales. Para promocionarlos hicieron vinilos de siete pulgadas. Se ha vuelto una banda que tiene muchos objetos coleccionables, dice Denisse.

El disco se nombra a partir de una de sus nuevas letras, huir de mí y del tiempo muerto.

El nombre ya lo dice todo. Apela a nuestra historia, a nuestra sociedad, a esta otra vida, dice Daniel. Aquí él deja de ser el único compositor. Denisse y Andrés Benavides suman temas, arreglos y letras. Además, Can Can siempre fue una banda que montó las cosas tocando, dice Andrés. La particularidad de este disco es que no estábamos en el mismo lugar cuando empezamos a hacer las canciones. Los tres empezamos a componer, pero, claro, sin vernos. Para el regreso, la banda en vivo cuenta con Sebastián Game en la segunda guitarra, Ivis Flies como coproductor del disco y bajista, y Daniela Castillo en los coros.

Ahora, ¿qué sonoridad nos espera?

Son estos dos momentos, cuenta Daniel. Por un lado, hay una oscuridad medio andina, le meto un poquito de poncho y tristeza, y por otro este pop rock con cierta oscuridad. La instrumentación comprende sintetizadores, cuerdas de nailon y charangos. En su paso por Bolivia, a Daniel lo embelesaría el sonido ronco del ronroco. Denisse se ha encontrado explorando las voces de las cantantes Violeta Parra y Soledad Bravo, que han influido en lo que viene.

El Festival Internacional de Música QuitoFest volvió al aire libre con su XIX edición en el parque Itchimbía a inicios de diciembre de 2022. Dos días de música de distintos géneros con bandas nacionales e internacionales. La noche del sábado 3, Can Can se tomó el escenario frente a un estimado de diez mil personas, precisamente antes de la presentación de la Mala Rodríguez, cantante española de rap que cerró la jornada.

Videoclip Naufragar: Denisse Santos, Daniel Pasquel.

Entrada la tarde, en el bus de la banda y rumbo al concierto, se destilaban conversaciones sobre el Mundial de Fútbol, se desfogaban los nervios y se calentaba la voz. Llegamos directo al camerino para el vestuario, retoques de maquillaje y la organización de la merch de la banda. Cientos de barquitos de papel armados se entregarían al público cuando sonara el nuevo sencillo, “Naufragar”.

“También rodamos un video en cine, lanzado en enero de 2023 sobre el tema, dirigido por Juan Pablo Guerrero. Un videoclip en 16 mm que se escaneó en la Cinemateca Nacional en 4K”.

Después del dúo de pop electrónico Miel, el escenario se preparó para Can Can. La banda salió acompañada por divertidos visuales, proyectados en una pantalla enorme, y dos laterales para Megabass. Una vez arriba, en un mar de luz, Denisse se dirigió al público: “qué lindo estar aquí con ustedes en el QuitoFest, nosotros somos Can Can”.

“Navegas”, “Escopolamíname”, “Pesadilla”, tema a tema, la banda atravesó la inmensidad de un público conmocionado. En Can Can los nuevos sonidos conservan una memoria sonora de lo que ha sido su esencia. “Las melodías son un identificativo”, diría Denisse, Daniel agregaría que “son ese elemento protagonista con el eje conductor de todo” que es la voz de ella. Después de cantar la estrofa final, “Aquí no existe nadie”, de UIO, la cantante se despide: “Nadie más que ustedes, ¡hasta la próxima!”

Te podría interesar:

¿Te resultó interesante este contenido?
Comparte este artículo
WhatsApp
Facebook
Twitter
LinkedIn
Email

Más artículos de la edición actual

Recibe contenido exclusivo de Revista Mundo Diners en tu correo